Cada niño es un mundo y mis planes son personalizados sin usar un método de sueño o filosofía específico. Usaremos el método que mejor se ajuste a vuestro hijo y a vuestra familia, siempre desde el respeto y con amor.

La constancia y la paciencia son clave para alcanzar el éxito. Nosotros trabajaremos como un equipo donde yo os daré la información, las pautas a seguir y mi apoyo pero no vivo con vosotros para poner todo esto en práctica. Sois vosotros como padres quienes tenéis que llevarlo a cabo el plan de sueño y estoy segura que lograréis vuestro objetivo.

No puedo ofrecer garantías porque hablamos de niños, no de robots. No os puedo garantizar un éxito al 100%.

Jamás os aconsejaré abandonar a vuestro hijo llorando en la habitación hasta que se duerma. Esto no es enseñarle a dormir y no es crear un buen hábito de sueño. Pero hay que entender que el llanto es la manera que tienen los bebés para comunicarse y que con un plan de sueño le estamos cambiando su manera de dormir, cambio que él no ha pedido. Intentaremos siempre reducir el llanto con un acompañamiento lleno de amor y respeto. Por mucho que duerman mal, son nuestros hijos y lo que más queremos en el mundo.

3 semanas, aunque se pueden ver resultados mucho antes. Depende del caso en concreto, de la personalidad del niño, de su edad y, por supuesto, de la constancia de los padres. Estoy segura de que lo conseguiréis :)

Si es posible, sí. Siempre aconsejo comenzar un plan de sueño cuando sepáis que estaréis en casa durante dos semanas, ¡solo dos semanitas

Antes de los 6 meses, los bebés pasan por una serie de cambios que afectan a la biología de su sueño por lo que es aconsejable realizar un plan de sueño a partir del sexto mes (no sin antes asegurarse que tu hijo goza de un buen estado de salud).

Antes del mes 6 se pueden ir probando cosas para evitar problemas futuros pero no tienen por qué funcionar.

Claro que no, crear un buen hábito de sueño en tu bebé y que tú vuelvas a dormir bien no implica acabar la lactancia materna. Cada plan es personalizado y amoldado a la situación de cada familia y, por supuesto, se tiene en cuenta el pecho.

Lo que trataremos de identificar serán las tomas nutricionales (las que hace el bebé por hambre y por necesidad de alimentarse) y las tomas que hace como ayudita para quedarse dormido.

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